No lo decimos nosotros, está en boca de todos: España lidera el mercado del hidrógeno verde y se convertirá, de aquí a 2027, en el primer productor y distribuidor de Europa, si todo sale como está previsto.
Ya lo anunció la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, dentro de la batería de medidas que proponen para evitar en lo posible la dependencia del gas ruso. El objetivo está claro: fomentar este y otros tipos de energías limpias, crear empleo de calidad asociado a las renovables, fomentando la solidaridad entre los países europeos y el intercambio de energía dentro del espacio de la UE.
Entre sus principales ventajas, esta fuente energética es versátil, pues puede convertirse en electricidad o en otros combustibles; transportable, almacenable y lo que es más importante, no emite gases perjudiciales.
(Ilustración de «El Periódico de la Energía»- Ciclo de producción hidrógeno verde)
El hidrógeno verde, a pesar de que requiere de cierta complejidad para su distribución y conservación, solucionaría muchos problemas de una tacada. Por eso, el ejecutivo de la UE se ha marcado como objetivo producir diez millones de toneladas de esta energía por medio de electrólisis, e importar otro tanto para el 2030.
Castilla-La Mancha, el mayor centro de producción de Europa
España cuenta ya con ventajas importantes para convertirse en un “hub” de hidrógeno verde, gracias a, por ejemplo, importantes nodos científicos e industriales como el de Puertollano, en Ciudad Real. Esta planta, la mayor de Europa de esta energía, es capaz de producir 3.000 toneladas de hidrógeno renovable anualmente, evitando la emisión de hasta 48.000 toneladas de CO2 al año.
La tecnología en que se basa su producción, según Adolfo Muñiz, alcalde de Puertollano, “parece de Star Wars”, por su alto nivel tecnológico y efectividad. Además, esta planta servirá para atraer otras empresas punteras, generando empleo y beneficios a la región, y apoyando otros proyectos empresariales de ámbito científico-tecnológico.
