La producción de nuevas energías se ha convertido en una cuestión vital para el desarrollo de la actividad humana en nuestro planeta. La falta de recursos naturales, el control de los mismos, la sostenibilidad del medio además de otros factores, van a determinar el modo en que se llevará a cabo el crecimiento económico en los próximos años.
La investigación de nuevos procesos para generar energía se brinda como única solución viable a un futuro próspero y a la vez medioambientalmente sano. La interacción de diferentes agentes de la producción, así como la confianza en técnicas innovadoras resultarán esenciales para alcanzar objetivos satisfactorios en ambos sentido.
¿Qué es el biogás?
En el caso de la industria ganadera, la eliminación de los residuos orgánicos es requisito indispensable para cumplir con la normativa europea y evitar filtrados contaminantes en el subsuelo. Algunas empresas se han comprometido con un futuro sostenible, apostando por tecnologías punteras en la producción de biogás, a partir de los residuos que ellos mismos generan. Se trata pues de aprovechar esos residuos para producir energía limpia en una planta de biogás, capaz de generar electricidad, calor y abono.
El biogás es una mezcla de metano, dióxido de carbono y agua, generado por fermentación anaeróbica de materias orgánicas como purines o estiércol, sueros lácteos o deshechos de cultivos. Tras su condensación, entra al motor para producir electricidad y energía térmica aprovechable en las instalaciones agropecuarias, sustituyendo así la energía eléctrica empleada hasta entonces.
Máxima eficiencia y mínimo impacto
De este modo, el estiércol generado por las grandes explotaciones ganaderas no es visto como un problema, sino como una gran oportunidad.
Electricidad Harinero es parte integrante del proceso de implementación de soluciones biosostenibles en grandes explotaciones agropecuarias. Por ejemplo, en la planta de biogás de Exporinsa (Osa de la Vega-Cuenca), una de las instalaciones de cría intensiva de porcinos más grandes de Europa, realizamos toda la automatización e instalación eléctrica para implementar la tecnología de UTS. Actualmente nuestra empresa se encarga del mantenimiento de la misma, un gran reto dado el volumen de producción y la complejidad de unas instalaciones como estas. Benditos cerdos, hasta sus detritus se rentabilizan.
Y no es broma, en Exporinsa gracias a esta técnica de gestión de residuos han conseguido un balance energético -la diferencia entre la energía que producen y la que consumen – de 1.805.000 Kw/hora, el equivalente a 1000 barriles de petróleo.
El balance medioambiental es igualmente revelador: La planta evita la emisión a la atmósfera de 1.042.000 metros cuadrados/año de metano, el gas de efecto invernadero que generan los microorganismos consumiendo CO2. No sólo no contamina, sino que impide que salgan a la atmósfera 1.300 toneladas de metano/año; tanto de sus propias explotaciones como de otras muchas de la zona.
Los datos son también elocuentes en cuanto a la producción de abono orgánico. Extraen un residuo sólido correspondiente a 600 hectáreas de labor, y uno líquido con alta concentración de nitrógeno, excelente para el riego de los cultivos.
El biogás en España: ‘Con las eléctricas hemos topado, amigo Sancho’.
A pesar de sus beneficios, las ayudas para la introducción del biogás en España son exiguas; por no decir que hasta hace bien poco resultaba difícil salvar las trabas administrativas, derivadas de una normativa reticente a la implantación de energías alternativas. Es por eso que andamos a la zaga con respecto a la mayoría de los países europeos a este respecto.
Una nueva perspectiva en cuanto a la gestión de los residuos se va abriendo paso, las nuevas generaciones de ganaderos y agricultores necesitan trabajar en una visión sostenible y a la vez eficiente de la producción. Ayudémosles a que así sea.
