Algunas empresas han decidido cuestionar el famoso ‘divide y vencerás’ de César o Napoleón haciendo precisamente lo contrario: unirse a otras para ofrecer productos nuevos y así conseguir más clientes. Siempre es cuestión de innovar, y muchas veces la innovación pasa por combinar varias cosas que funcionan para obtener resultados diferentes.
Una de nuestras principales actividades es la consultoría energética. Estamos acostumbrados a realizarlas partiendo de un peritaje inicial en el que sometemos a estudio todas las instalaciones. Escuchamos las necesidades de nuestro cliente y emitimos un diagnóstico, asegurando el ahorro y la operatividad de las instalaciones. Todas las empresas deberían llevar a cabo una consultoría energética con el sano propósito de ahorrar dinero y energía. ¿Por qué no lo hacen si todo son ventajas?
Para algunas empresas la inversión inicial en un estudio de eficiencia energética es, en el panorama actual, un desembolso si no inasumible al menos prescindible. Puede resultar paradójico que para ahorrar haya que invertir, pero la realidad se impone y los datos son concluyentes. Por ejemplo, en la mayoría de las consultorías que realizamos conseguimos ahorrar a las empresas un 50% del gasto total en iluminación y climatización.
El control de la energía reactiva, la detección de fugas o disfunciones en los sistemas mediante técnicas sofisticadas como la termografía y la renovación de las instalaciones obsoletas, logra rebajar varias cifras la factura energética. Este no es el post para hablar de ello, pero rompamos una lanza también por los beneficios mediambientales que reporta ese ahorro energético a todos los niveles.
En fin, nos encontramos con que las empresas conocen las bondades del ahorro, pero les resulta difícil asumir la inversión inicial de una auditoría energética. Pues bien, Electricidad Harinero junto con Masfarné-Fegime ofrecen la posibilidad de contratar un ‘renting tecnológico’, una modalidad de financiación que permite realizar la auditoría sin inversión inicial, asumiendo el pago con el montante del ahorro energético producido. Solución redonda ¿o no?
¿Cómo funciona el renting tecnológico?
El proceso es el siguiente. En primer lugar, evaluamos las instalaciones de la empresa que decide contratar el producto. Tras esa evaluación confeccionamos un informe, tanto del estado de las instalaciones como de los procesos productivos de la empresa – usos y costumbres, horarios, frecuencias, etc – observando especialmente los sitemas de iluminación, climatización, informática y algún otro dependiendo del sector.
El acuerdo se formaliza mediante un contrato que firmará el cliente con la empresa financiera de Fegime. Para que eso ocurra Electricidad Harinero, como instalador autorizado, debe haber emitido su informe de eficiencia energética, junto con un presupuesto y una estimación del plazo de operación.
Aceptado el contrato nos pondremos manos a la obra para que pueda disfrutar del ahorro en su factura cuanto antes. ¿Aún no te hemos convencido? Mira estos ejemplos.
La unión hace la fuerza
Con la colaboración y solidaridad de muchas personas se puede alcanzar el éxito, prosperar y crear más trabajo respetando la sostenibilidad; ya sufrieron Napoleón y César las consecuencias de su política de fragmentación de fuerzas…
En Electricidad Harinero y Masfarné-Fegime apostamos por estrategias de unión. Fegime asume los costes del instalador y el cliente, mediante el pago de su cuota mensual, va amortizando los equipos que pasarán a ser suyos al finalizar los plazos.
Electricidad Harinero asegura a las empresas que contratan el servicio de renting tecnológico el mantenimiento, solucionando las eventualidades que puedan surgir durante el periodo de contratación. Lo hemos pensado bien para que en el proceso todos ganen.
Ahora que te hemos convencido de que realmente en la unión todo son ventajas, dinos con valentía ¿Tú eres de Napoleón o de los nuestros?
